Es quizás una de las más deslumbrantes maravillas naturales de Brasil. En el estado brasileño de Maranhao existe un gigantesco desierto de dunas blancas conocidas como Lençois Maranhenses. Lo que hace increíble a éste lugar sucede entre los meses de junio y septiembre, cuando las lluvias abundantes comienzan a acumular agua entre los desniveles de los médanos conformando gigantescos estanques de agua verde azulado.
Aunque los lagos permanecen todo el año, es en éstos meses cuando están más extensos, ya que luego se vuelven escasos y hasta llegan a secarse por completo. Increíblemente a pesar de ser un desierto, las lluvias pueden alcanzar en un año récord los 1,600mm, casi 300 veces lo que llueve en el Sahara. Los lagos, atractivo para el turismo, son un lugar ideal para darse un chapuzón, y aconsejan visitarlos embadurnados en protector solar. Un lugar que dicen, es de los que hay que conocer antes de morirse.
Para ver más imágenes hay una extensa y muy buena galería en Flickr
11 marzo 2008
Brasil: el único desierto que se inunda
Etiquetas:
101 Lugares de Brasil y Amazonas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy interesante tu blog. enhorabuena.
ResponderEliminar