Aunque el aspecto es similar un desierto nevado, se trata en realidad de un verdadero mar de arena eternamente blanco, a causa de la erosión que produce el viento en el yeso cristalizado que abunda en la región. Las dunas del área protegida de Arenas Blancas en Nuevo Mexico, Estados Unidos, son el campo de arenales de yeso más grande del mundo, y como mínimo un paisaje muy singular:
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Situado 25 kilómetros (15 millas) al suroeste de Alamogordo, en el estado de Nuevo Mexico, en Estados Unidos, a unos 1300 metros sobre el nivel del mar, las dunas del Monumento Nacional Arenas Blancas (enlace en inglés) están formadas por diminutos granos de yeso cristalizado y erosionado por el viento. El desierto se asienta sobre la llamada Cuenca de Tularosa, una zona que hace miles de años estaba cubierta por el mar y se convirtió por el yeso acumulado en el actual desierto blanco. Lo mejor sin duda, es verlo en imágenes:
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
Imagen del desierto de arenas blancas en Estados Unidos en Flickr
No existen muchos lugares del mundo donde se combinen las condiciones para recrear un desierto totalmente blanco. El yeso, rara vez se puede encontrar en forma de arena por su propiedad soluble al agua. La situación de la zona, completamente aislada y sin salida al mar, hace que las escasas lluvias acumulen el yeso disuelto, que llega a cristalizarse en forma de selenita. La tarea de erosionar la selenita y conformar las dunas blancas queda en manos del viento. Hacia la zona suroeste del parque, un lago que se forma por poco tiempo después de la lluvia, se sitúa en la zona más baja de la cuenca donde se asienta el desierto, brindando paisajes que parecen surrealistas. Las dunas blancas pueden cambiar de forma constantemente haciendo difícil la supervivencia de vegetación. Sin embargo, algunas especies de plantas lograron adaptarse creciendo con rapidez para evitar ser enterradas por la arena.
El área protegida de dunas de arena blanca cuenta con un centro de visitantes en la entrada. Cuatro senderos señalizados permiten explorar las dunas del parque caminando, e incluso, hacerlo descalzos con tranquilidad, ya que el yeso, no convierte con facilidad la energía solar en calor. Los más chicos (y grandes) pueden disfrutar en el parque de deslizamientos por las dunas en trineo.
El Monumento Nacional de Arenas Blancas (White Sands National Monument) fue creado el 18 de enero de 1933, por el Presidente Herbert Hoover e inaugurado al año siguiente. Desde entonces, perdura una controversia con las instalaciones militares que rodean y hasta encierran al parque. La zona, fue utilizada durante años como base de prueba para el lanzamiento de misiles y pruebas militares, por lo que la amenaza sonora y hasta el riesgo cierto de la caída de misiles no ha estado excento de polémicas. La mejor forma de acceder al Monumento Nacional de Arenas Blancas es a través de la Ruta 70, aunque es bueno tener en cuenta que podríamos encontrar por períodos de dos horas la ruta cortada: los test con misiles en la zona militar suelen realizarse hasta dos veces por semana, cerrando la carretera por razones de seguridad. El Parque desde 2008, está incluído en una lista tentativa como Patrimonio de la Humanidad, muy a pesar de sus molestos vecinos, y por mérito de su indescriptible belleza y singularidad.
Información en White Sands National Monument
En español en El parque White Sands
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18 julio 2008
El desierto blanco de Estados Unidos
Etiquetas:
101 Lugares de Estados Unidos
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